Entrar en el mundo de un TCP supone aprender un nuevo idioma. Algunas palabras nos recuerdan a los false friends del inglés. Cuando empiezas a trabajar, como cuando tienes que comunicarte en otro idioma, es un auténtico esfuerzo recordar que una imaginaria es una guardia, a pesar del significado literal de la palabra. O que una línea es un conjunto de vuelos seguidos que opera -vuela estando de servicio- un TCP.
Muchas de las palabras las conocíamos ya cuando viajábamos como pasajeros, como, por ejemplo, la escala -tiempo de conexión entre vuelos- o la pernocta. Otras, en cambio, son indescifrables si nunca te explicaron el significado, como pasa con lay-over, que se refiere al descanso utilizado por la Tripulación fuera de su base.
Afortunadamente, en este idioma aeronáutico no hay más gramática que la del lenguaje común que hablamos cada día y, para nosotros TCP, no es necesario conocer todas las palabras específicas de los técnicos (pilotos).
Es de agradecer que, una vez aprendido, cambiar de aerolínea no nos supone ningún cambio en la nomenclatura, pues utilizarán las mismas palabras que ya forman parte de nuestra experiencia profesional. Aunque cambie el idioma de la compañía, nos encontraremos con que gran parte del vocabulario específico se mantendrá gracias al idioma común aeronáutico, el inglés. Palabras como trolley (carrito), runway (pista de aterrizaje) o pushback (marcha atrás del avión), no supondrán ningún problema para aquellos que tengan una noción básica del idioma.
Mejorar el inglés es siempre una buena decisión que te abrirá muchas puertas.
Entrar a formar parte de este mundo requiere aprender a hablar su idioma. La lengua del TCP. El habla del avión. Y esforzarse en memorizarlas, porque, si no, hasta las palabras más importantes, se las lleva el viento.